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lunes, 25 de noviembre de 2013

Mientras queme el calor



Del primer erudito recuerdo un buen libro
Que detalla con confianza lo que hoy me desvela
Lo pienso prematuro. Detenido, exquisito.
Me sumerjo despierto a perderme en su escuela.

Inteligible es la voluntad que despierta concreta
Un silencio que marca un silencio gemelo
Voluntad, dije bien, femenina silueta
Mientras quema el calor cuando yo abrazo al hielo

Mente, conjurá siniestra una nueva profecia
Con el mundo en la frente y  frio en la verguenza
Como los susurros sinceros que derriten la mentira
Los placeres de la sombra que estimulan la conciencia

El bosque espeso que me devuelve al druida
Con el baston empapado me golpea la columna
Yo te juro, que aunque fui soldado de huida
Te vaticino displacer a una muerte diurna.






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