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domingo, 3 de abril de 2011

Bondinfierno


Son aproximadamente las 7:20 am. La gente se levanta para cumplir sus deberes.Cada uno con una pasión establecida, a la carga con diferentes roles. Ninguno se debería ver interrumpido en esta tarea pues es lo que motiva a querer concretar una meta. Lamentablemente esto no funciona así, por lo menos en mi rutina destinada a cumplir mis metas.

Dispuesto , como toas las mañanas a optar por el transporte público, me embarco en la tarea de abordar el 140.Complicado , así es el ambiente. Dentro de los horarios que se indican ninguno parece cumplirse. Yo y otros 20 pasajeros estamos llegando tarde, desencadenando un bajo estima de nuestros superiores , aunque no sea nuestra culpa. Las masas en el colectivo se dividen: los comodos de atras, los autarquicos de el timbre, los estancados del boleto y nosotros, los portadores del I-pod. Llevamos ventaja, pero somos todos hermanos. Como cualquier mañana en este transporte nos apretujamos y sentimos una gran presión desde el comienzo. LLegaremos tarde y nuestro día no saldrá como lo planeamos.

Pasando la primera parte se encuentra Colegiales . Al menos aquí los graffitis parecen distraernos. El siguiente tramo Palermo. La vista se pierde aún mas en los cafétines porteños. Dan ganas de bajarse, pero no se puede hay tareas que cumplir. Llegando a la última estación y de vuelta al hormiguero : El Centro. Finalmente me bajo, el horario parece coherente: llego tarde, pero no tanto. Una vez más el 140 me juega una mala pasada. Para todos como tantas de esas cosas optativas pero en el fondo obligatorias.

Mañana de nuevo a bordo pero un consejo : tal vez optando ir en bicicleta se podria igualar su eficiencia de transito

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